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La España de hoy es sin duda uno de los modelos de sociedad posmoderna. Puede oponer a la idea de una racionalización y modernización "weberiana", capitalista-ascético-protestante, una concepción de la modernidad menos rígida, mecánica y represiva. La modernización, tal como la describiera Weber y como la ha realizado el capitalismo de la Europa protestante ha transformado a la existencia en una jaula de acero que se ha consolidado en gran parte del planeta y particularmente en Occidente.
Actualmente, se abre un posibilidad de existencia diversa, un pasaje que franquea la modernidad y que puede describirse como un pasaje a una situación que asigna un papel central a aquellas culturas que, hasta ahora, han compartido menos el programa de la modernización y la empresa de la racionalización rigurosa impuesta tanto a la economía como a la vida social ya la misma existencia individual. Si lo moderno estuvo guiado por las culturas anglosajonas, ¿no podría la posmodernidad ser la época de las culturas latinas?Una posmodernidad que se realizara como forma de racionalidad social más ligera, menos dominada por el realismo de la razón calculadora y de la ascética capitalista, burocrática, o revolucionaria-leninista no es una pasiva aceptación de las cosas, libre de toda dimensión utópica, sino que propone una utopía digna del máximo respeto: una emancipación sin tener que pasar por la violencia que la revolución entraña, una emancipación que libre la existencia a sus aspectos de gozo, que nos aproxime a la felicidad, o al menos a una vida buena, mediante una pequeña distorsión de las mediatizaciones de nuestra vida - del consumismo, de la inflación del valor de cambio, etc.
-Hemos resumido aquí los ejes centrales de la obra de este importante filósofo italiano contemporáneo.
