En cours de chargement...
Solo han pasado unas horas del incendio, os traigo las cenizas. Me acabo de sentar a escribir, aún con la soga apretando en la boca del estómago, y por arte de magia se me ha clavado una chapa que guardaba en el bolsillo del pantalón, de las cervezas que nos bebimos de madrugada en aquella terraza de Delfos, aquella en la que reconstruimos Grecia de las ruinas durante una primavera entera. Iba a ser un día más, pero no el último.
Y terminó como termina siempre el amor, después de un incendio.