"La letra ausente" (???? ?????) de Mois Benarroch representa una de las obras más originales y desafiantes de la literatura hebrea contemporánea. Publicada inicialmente por entregas en revistas de literatura, misticismo y judaísmo antes de su edición completa en 2019, esta obra marcó un hito al convertirse en el primer libro en hebreo distribuido por Amazon en ganar un premio literario significativo: el Premio Jacqueline Kahanoff en 2021.
La obra desafía cualquier clasificación convencional, situándose en un espacio liminal entre la novela, la leyenda, el Talmud, la poesía y la profecía. Su estructura se asemeja a un tratado rabínico moderno donde siete rabinos se reúnen en la Jerusalén de finales del siglo XX para debatir la realidad de Israel. Esta estructura dialógica evoca tanto el Talmud como los diálogos platónicos, creando un espacio textual donde múltiples voces confrontan las cuestiones fundamentales de la identidad judía contemporánea.
El libro realiza un examen profundamente crítico de las relaciones entre judaísmo e israelidad, desmantelando conceptos fundamentales tanto de la sociedad occidental como de la religión institucionalizada. Benarroch cuestiona el progreso, las instituciones académicas, los sistemas económicos y las formas modernas de idolatría, incluyendo una crítica aguda al culto del Monte del Templo. Las dicotomías Oriente/Occidente, universalismo/particularismo, y Tel Aviv/Jerusalén son exploradas con una intensidad que refleja tanto la erudición como la pasión del autor.
LaBenarroch retorna conscientemente al estilo mishnáico y talmúdico, demostrando un dominio impresionante del canon literario judío que incluye Torá, Mishná, Talmud y Zohar. El jurado del premio destacó la "erudición fundida" del texto, donde el aprendizaje extenso se integra perfectamente en una narrativa fluida que combina prosa, poesía y exégesis. La obra establece un diálogo intertextual significativo con Edmond Jabès, a quien se describe como la "Mishná" en contraste con Benarroch como el "Talmud".
Mientras Jabès utilizaba rabinos ficticios para explorar cuestiones de visión, habla y muerte desde el exilio, Benarroch sitúa a sus rabinos en diásporas múltiples (Viena, París, Tetuán, Toledo) para hacer hablar a la judería histórica desde el corazón del Israel contemporáneo. El texto incorpora elementos autobiográficos significativos a través de tres voces principales: el propio Mois Benarroch, su hermano fallecido Ari, y el rabino García.
Estas voces representan diferentes aspectos de la personalidad y experiencias del autor, creando un tejido polifónico que explora el duelo, el exilio y la búsqueda espiritual. La relación con el Marruecos natal del autor emerge no como una nostalgia simple, sino como una interrogación compleja de la condición judía moderna. La declaración "Durante todos los años de exilio anhelé la redención, ¿y ahora que he llegado a la Tierra de Israel añoraré el exilio?" encapsula la paradoja central que recorre la obra. En el contexto de más de tres décadas de producción literaria de Benarroch, "La letra ausente" representa una culminación y transformación.
Mientras su obra anterior se centraba en la israelidad y las tierras de origen con una escritura crítica y airada, aquí establece desde una nueva perspectiva el objetivo de entender la redención como la forma de conciliar israelidad y judaísmo. La obra se erige como testimonio del vibrante aunque conflictivo diálogo entre las múltiples tradiciones que conforman la identidad judía contemporánea, ofreciendo no respuestas fáciles sino un espacio textual donde las preguntas más urgentes pueden ser planteadas con toda su complejidad y fuerza transformadora.
"La letra ausente" (???? ?????) de Mois Benarroch representa una de las obras más originales y desafiantes de la literatura hebrea contemporánea. Publicada inicialmente por entregas en revistas de literatura, misticismo y judaísmo antes de su edición completa en 2019, esta obra marcó un hito al convertirse en el primer libro en hebreo distribuido por Amazon en ganar un premio literario significativo: el Premio Jacqueline Kahanoff en 2021.
La obra desafía cualquier clasificación convencional, situándose en un espacio liminal entre la novela, la leyenda, el Talmud, la poesía y la profecía. Su estructura se asemeja a un tratado rabínico moderno donde siete rabinos se reúnen en la Jerusalén de finales del siglo XX para debatir la realidad de Israel. Esta estructura dialógica evoca tanto el Talmud como los diálogos platónicos, creando un espacio textual donde múltiples voces confrontan las cuestiones fundamentales de la identidad judía contemporánea.
El libro realiza un examen profundamente crítico de las relaciones entre judaísmo e israelidad, desmantelando conceptos fundamentales tanto de la sociedad occidental como de la religión institucionalizada. Benarroch cuestiona el progreso, las instituciones académicas, los sistemas económicos y las formas modernas de idolatría, incluyendo una crítica aguda al culto del Monte del Templo. Las dicotomías Oriente/Occidente, universalismo/particularismo, y Tel Aviv/Jerusalén son exploradas con una intensidad que refleja tanto la erudición como la pasión del autor.
LaBenarroch retorna conscientemente al estilo mishnáico y talmúdico, demostrando un dominio impresionante del canon literario judío que incluye Torá, Mishná, Talmud y Zohar. El jurado del premio destacó la "erudición fundida" del texto, donde el aprendizaje extenso se integra perfectamente en una narrativa fluida que combina prosa, poesía y exégesis. La obra establece un diálogo intertextual significativo con Edmond Jabès, a quien se describe como la "Mishná" en contraste con Benarroch como el "Talmud".
Mientras Jabès utilizaba rabinos ficticios para explorar cuestiones de visión, habla y muerte desde el exilio, Benarroch sitúa a sus rabinos en diásporas múltiples (Viena, París, Tetuán, Toledo) para hacer hablar a la judería histórica desde el corazón del Israel contemporáneo. El texto incorpora elementos autobiográficos significativos a través de tres voces principales: el propio Mois Benarroch, su hermano fallecido Ari, y el rabino García.
Estas voces representan diferentes aspectos de la personalidad y experiencias del autor, creando un tejido polifónico que explora el duelo, el exilio y la búsqueda espiritual. La relación con el Marruecos natal del autor emerge no como una nostalgia simple, sino como una interrogación compleja de la condición judía moderna. La declaración "Durante todos los años de exilio anhelé la redención, ¿y ahora que he llegado a la Tierra de Israel añoraré el exilio?" encapsula la paradoja central que recorre la obra. En el contexto de más de tres décadas de producción literaria de Benarroch, "La letra ausente" representa una culminación y transformación.
Mientras su obra anterior se centraba en la israelidad y las tierras de origen con una escritura crítica y airada, aquí establece desde una nueva perspectiva el objetivo de entender la redención como la forma de conciliar israelidad y judaísmo. La obra se erige como testimonio del vibrante aunque conflictivo diálogo entre las múltiples tradiciones que conforman la identidad judía contemporánea, ofreciendo no respuestas fáciles sino un espacio textual donde las preguntas más urgentes pueden ser planteadas con toda su complejidad y fuerza transformadora.