En el Barrio Yungay, Bruno Araya es un dios del feed: fisicoculturista, microinfluencer y rostro de "Sigue intentándolo", una marca que convierte discos de pesas del Barrio Franklin en "hojas" de acero grabadas con su mantra. Su cuerpo es fortaleza; su negocio, una parábola de resiliencia. Pero esa luz fría oculta un trauma adolescente y un vacío emocional que lo han dejado sin empatía. A una cuadra, Nicolás, su hermano, vive a la intemperie.
Su murmullo -casa- se filtra en los reels de Bruno como un fantasma de audio. Un video callejero destapa la impostura y enciende el hashtag #SigueIntentándoloPeroNoAquí; un contrato clave se evapora, la opinión pública exige compasión y la familia llama sin respuesta. Acorralado por el viral y por el eco de la vergüenza que lo convirtió en piedra, Bruno deberá elegir entre proteger su marca o desarmar la coraza y mirar -de verdad- al otro lado del vidrio.
Con prosa precisa, simbólica y cargada de crítica social, El Armazón Vacío explora la tiranía de la imagen, la crueldad de la indiferencia y el modo en que una ciudad entera cabe en un reflejo: acero, luz, garúa, y una palabra sencilla que lo contradice todo: casa. Una tragedia moderna que es tanto retrato de Santiago como espejo de nuestra época. Esta narrativa que ancla lo siniestro y lo monstruoso en la realidad más cruda y actual, usando una prosa poética pero incisiva para diseccionar las patologías de nuestro tiempo.
Es el estilo de un cronista de las heridas invisibles de la ciudad. No es terror... es algo quizás más perturbador: Un espejo.
En el Barrio Yungay, Bruno Araya es un dios del feed: fisicoculturista, microinfluencer y rostro de "Sigue intentándolo", una marca que convierte discos de pesas del Barrio Franklin en "hojas" de acero grabadas con su mantra. Su cuerpo es fortaleza; su negocio, una parábola de resiliencia. Pero esa luz fría oculta un trauma adolescente y un vacío emocional que lo han dejado sin empatía. A una cuadra, Nicolás, su hermano, vive a la intemperie.
Su murmullo -casa- se filtra en los reels de Bruno como un fantasma de audio. Un video callejero destapa la impostura y enciende el hashtag #SigueIntentándoloPeroNoAquí; un contrato clave se evapora, la opinión pública exige compasión y la familia llama sin respuesta. Acorralado por el viral y por el eco de la vergüenza que lo convirtió en piedra, Bruno deberá elegir entre proteger su marca o desarmar la coraza y mirar -de verdad- al otro lado del vidrio.
Con prosa precisa, simbólica y cargada de crítica social, El Armazón Vacío explora la tiranía de la imagen, la crueldad de la indiferencia y el modo en que una ciudad entera cabe en un reflejo: acero, luz, garúa, y una palabra sencilla que lo contradice todo: casa. Una tragedia moderna que es tanto retrato de Santiago como espejo de nuestra época. Esta narrativa que ancla lo siniestro y lo monstruoso en la realidad más cruda y actual, usando una prosa poética pero incisiva para diseccionar las patologías de nuestro tiempo.
Es el estilo de un cronista de las heridas invisibles de la ciudad. No es terror... es algo quizás más perturbador: Un espejo.