Claudia siempre quiso ser madre, pero ningún alfa había aceptado ser el padre de su hijo. Cuando su amiga María le sugirió que lo más fácil para una omega era acudir al Club Davis, la tentación se volvió irresistible. La historia comienza con Claudia suspendida en un arnés, con los ojos vendados, desnuda y esperando a que un alfa venga a reclamarla.
Claudia siempre quiso ser madre, pero ningún alfa había aceptado ser el padre de su hijo. Cuando su amiga María le sugirió que lo más fácil para una omega era acudir al Club Davis, la tentación se volvió irresistible. La historia comienza con Claudia suspendida en un arnés, con los ojos vendados, desnuda y esperando a que un alfa venga a reclamarla.