-I- "... ¿Se han reunido todos los ministros ? ... ¿Puede empezar el Consejo ? ... ¡El coche, el coche, o no llegaré a tiempo al Senado ! ... Esta vida es intolerable... ¡Y el país, ese bendito monstruo con cabeza de barbarie y cola de ingratitud, no sabe apreciar nuestra abnegación, paga nuestros sacrificios con injurias, y se regocija de vernos humillados ! Pero ya te arreglaré yo, país de las monas.
¿Cómo te llamas ? Te llamas Envidiópolis, la ciudad sin alturas ; y como eres puro suelo, simpatizas con todo lo que cae... ¿Cuánto va ? Diez millones, veinticuatro millones, ciento sesenta y siete millones, doscientas treinta y tres mil cuatrocientas doce pesetas con setenta y cinco céntimos... ; esa es la cantidad. Ya no te me olvidarás, pícara ; ya te pillé, ya no te me escapas, ¡oh cantidad temblorosa, escurridiza, inaprehensible, como una gota de mercurio ! Aquí te tengo dentro del puno, y para que no vuelvas a marcharte, jugando, al caos del olvido, te pongo en esta gaveta de mi cerebro, donde dice : Subvención personal...
Permítame Su Senoría que me admire de la despreocupación con que Su Senoría y los amigos de Su Senoría confiesan haber infringido la Constitución... No me importan los murmullos. Mandaré despejar las tribunas... ¡A votar, a votar ! ¿Votos a mí? ¿Queréis saber con qué poderes gobierno ? Ahí los tenéis : se cargan por la culata. He aquí mis votos : me los ha fabricado Krupp... Pero ¿qué ruido es este ? ¿Quién corretea en mi cerebro ? ¡Eh ! , ¿quién anda arriba ? ...
Ya, ya ; es la gota de mercurio, que se ha salido de su gaveta. "...
-I- "... ¿Se han reunido todos los ministros ? ... ¿Puede empezar el Consejo ? ... ¡El coche, el coche, o no llegaré a tiempo al Senado ! ... Esta vida es intolerable... ¡Y el país, ese bendito monstruo con cabeza de barbarie y cola de ingratitud, no sabe apreciar nuestra abnegación, paga nuestros sacrificios con injurias, y se regocija de vernos humillados ! Pero ya te arreglaré yo, país de las monas.
¿Cómo te llamas ? Te llamas Envidiópolis, la ciudad sin alturas ; y como eres puro suelo, simpatizas con todo lo que cae... ¿Cuánto va ? Diez millones, veinticuatro millones, ciento sesenta y siete millones, doscientas treinta y tres mil cuatrocientas doce pesetas con setenta y cinco céntimos... ; esa es la cantidad. Ya no te me olvidarás, pícara ; ya te pillé, ya no te me escapas, ¡oh cantidad temblorosa, escurridiza, inaprehensible, como una gota de mercurio ! Aquí te tengo dentro del puno, y para que no vuelvas a marcharte, jugando, al caos del olvido, te pongo en esta gaveta de mi cerebro, donde dice : Subvención personal...
Permítame Su Senoría que me admire de la despreocupación con que Su Senoría y los amigos de Su Senoría confiesan haber infringido la Constitución... No me importan los murmullos. Mandaré despejar las tribunas... ¡A votar, a votar ! ¿Votos a mí? ¿Queréis saber con qué poderes gobierno ? Ahí los tenéis : se cargan por la culata. He aquí mis votos : me los ha fabricado Krupp... Pero ¿qué ruido es este ? ¿Quién corretea en mi cerebro ? ¡Eh ! , ¿quién anda arriba ? ...
Ya, ya ; es la gota de mercurio, que se ha salido de su gaveta. "...