Littérature d'Espagne du Siècle d'or à aujourd'hui
Campos de Castilla. .
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- Nombre de pages138
- PrésentationBroché
- Poids0.227 kg
- Dimensions17,0 cm × 22,0 cm × 0,8 cm
- ISBN979-10-419-3702-8
- EAN9791041937028
- Date de parution29/04/2023
- ÉditeurCulturea
Résumé
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla y un huerto claro donde madura el limonero ; mi juventud, veinte anos en tierra de Castilla ; mi historia, algunos casos que recordar no quiero. Ni un seductor Manara ni un Bradomín he sido -ya conocéis mi torpe alino indumentario- ; mas recibí la flecha que me asignó Cupido y amé cuanto ellas pueden tener de hospitalario. Hay en mis venas gotas de sangre jacobina, pero mi verso brota de manantial sereno ; y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina, soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Adoro la hermosura, y en la moderna estética corté las viejas rosas del huerto de Ronsard ; mas no amo los afeites de la actual cosmética ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar. Desdeno las romanzas de los tenores huecos y el coro de los grillos que cantan a la luna. A distinguir me paro las voces de los ecos, y escucho solamente, entre las voces, una. ¿Soy clásico o romántico ? No sé. Dejar quisiera mi verso como deja el capitán su espada : famosa por la mano viril que la blandiera, no por el docto oficio del forjador preciada.
Adoro la hermosura, y en la moderna estética corté las viejas rosas del huerto de Ronsard ; mas no amo los afeites de la actual cosmética ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar. Desdeno las romanzas de los tenores huecos y el coro de los grillos que cantan a la luna. A distinguir me paro las voces de los ecos, y escucho solamente, entre las voces, una. ¿Soy clásico o romántico ? No sé. Dejar quisiera mi verso como deja el capitán su espada : famosa por la mano viril que la blandiera, no por el docto oficio del forjador preciada.
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla y un huerto claro donde madura el limonero ; mi juventud, veinte anos en tierra de Castilla ; mi historia, algunos casos que recordar no quiero. Ni un seductor Manara ni un Bradomín he sido -ya conocéis mi torpe alino indumentario- ; mas recibí la flecha que me asignó Cupido y amé cuanto ellas pueden tener de hospitalario. Hay en mis venas gotas de sangre jacobina, pero mi verso brota de manantial sereno ; y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina, soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Adoro la hermosura, y en la moderna estética corté las viejas rosas del huerto de Ronsard ; mas no amo los afeites de la actual cosmética ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar. Desdeno las romanzas de los tenores huecos y el coro de los grillos que cantan a la luna. A distinguir me paro las voces de los ecos, y escucho solamente, entre las voces, una. ¿Soy clásico o romántico ? No sé. Dejar quisiera mi verso como deja el capitán su espada : famosa por la mano viril que la blandiera, no por el docto oficio del forjador preciada.
Adoro la hermosura, y en la moderna estética corté las viejas rosas del huerto de Ronsard ; mas no amo los afeites de la actual cosmética ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar. Desdeno las romanzas de los tenores huecos y el coro de los grillos que cantan a la luna. A distinguir me paro las voces de los ecos, y escucho solamente, entre las voces, una. ¿Soy clásico o romántico ? No sé. Dejar quisiera mi verso como deja el capitán su espada : famosa por la mano viril que la blandiera, no por el docto oficio del forjador preciada.