Al abuelo de Manolito lo van a operar de la próstata y, de la noche a la manana, Manolito y el Imbécil pasan a ser unos ninos "abandonados" frente a la puerta de la Luisa, la vecina de abajo. Pasado el primer susto, la Luisa decide comprarles ropa, peinarlos y dejarlos como nuevos. Pero este cambio de imagen no engana a nadie porque pronto terminan metiéndose en líos por partida doble. Y es que, aunque aún no sepa leer ni escribir, el Imbécil tiene mucho talento para ello.
Eso sí, también tiene su corazoncito : cuando ve que alguien sufre, es el primero en compartir su chupete para poner el broche y un final feliz a la historia.
Al abuelo de Manolito lo van a operar de la próstata y, de la noche a la manana, Manolito y el Imbécil pasan a ser unos ninos "abandonados" frente a la puerta de la Luisa, la vecina de abajo. Pasado el primer susto, la Luisa decide comprarles ropa, peinarlos y dejarlos como nuevos. Pero este cambio de imagen no engana a nadie porque pronto terminan metiéndose en líos por partida doble. Y es que, aunque aún no sepa leer ni escribir, el Imbécil tiene mucho talento para ello.
Eso sí, también tiene su corazoncito : cuando ve que alguien sufre, es el primero en compartir su chupete para poner el broche y un final feliz a la historia.