La adaptación gráfica de cuatro relatos de la célebre obra de Mariana Enriquez, una de las voces más rompedoras de la literatura contemporánea. Un coche descansa de noche en medio de la llanura. El vehiculo estalla en llamas y, en su interior, hay una mujer al volante. A su lado yace un libro en cuya portada se lee : Las cosas que perdimos en el fuego. Esta potente escena desata el hilo que conecta los relatos seleccionados.
Buenos Aires, capital del género del terror latinoamericano, es el telon de fondo de unos acontecimientos impregnados por lo sobrenatural y el olor a podrido. El dibujante argentino Lucas Nine nos introduce en ellos a través de brochazos que sugieren, velando capas, hasta alcanzar el equilibrio magistral que esta obra requiere, entre la realidad que percibimos y lo que se oculta entre sus grietas.
La adaptación gráfica de cuatro relatos de la célebre obra de Mariana Enriquez, una de las voces más rompedoras de la literatura contemporánea. Un coche descansa de noche en medio de la llanura. El vehiculo estalla en llamas y, en su interior, hay una mujer al volante. A su lado yace un libro en cuya portada se lee : Las cosas que perdimos en el fuego. Esta potente escena desata el hilo que conecta los relatos seleccionados.
Buenos Aires, capital del género del terror latinoamericano, es el telon de fondo de unos acontecimientos impregnados por lo sobrenatural y el olor a podrido. El dibujante argentino Lucas Nine nos introduce en ellos a través de brochazos que sugieren, velando capas, hasta alcanzar el equilibrio magistral que esta obra requiere, entre la realidad que percibimos y lo que se oculta entre sus grietas.