Littérature d'Espagne du Siècle d'or à aujourd'hui
Las Aventuras de Tom Sawyer. .

Par : Mark Twain

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  • Nombre de pages172
  • PrésentationBroché
  • Poids0.278 kg
  • Dimensions17,0 cm × 22,0 cm × 1,0 cm
  • ISBN979-10-418-1113-7
  • EAN9791041811137
  • Date de parution07/06/2023
  • ÉditeurCulturea

Résumé

¡Tom ! Silencio. -¡Tom ! Silencio. -¡Dónde andará metido ese chico ! ... ¡Tom ! La anciana se bajó los anteojos y miró, por encima, alrededor del cuarto ; después se los subió a la frente y miró por debajo. Rara vez o nunca miraba a través de los cristales a cosa de tan poca importancia como un chiquillo : eran aquéllos los lentes de ceremonia, su mayor orgullo, construidos por ornato antes que para servicio, y no hubiera visto mejor mirando a través de un par de mantas.
Se quedó un instante perpleja y dijo, no con cólera, pero lo bastante alto para que la oyeran los muebles : -Bueno ; pues te aseguro que si te echo mano te voy a... No terminó la frase, porque antes se agachó dando estocadas con la escoba por debajo de la cama ; así es que necesitaba todo su aliento para puntuar los escobazos con resoplidos. Lo único que consiguió desenterrar fue el gato. -¡No se ha visto cosa igual que ese muchacho ! Fue hasta la puerta y se detuvo allí, recorriendo con la mirada las plantas de tomate y las hierbas silvestres que constituían el jardín.
Ni sombra de Tom. Alzó, pues, la voz a un ángulo de puntería calculado para larga distancia y gritó : -¡Tú! ¡Toooom !
¡Tom ! Silencio. -¡Tom ! Silencio. -¡Dónde andará metido ese chico ! ... ¡Tom ! La anciana se bajó los anteojos y miró, por encima, alrededor del cuarto ; después se los subió a la frente y miró por debajo. Rara vez o nunca miraba a través de los cristales a cosa de tan poca importancia como un chiquillo : eran aquéllos los lentes de ceremonia, su mayor orgullo, construidos por ornato antes que para servicio, y no hubiera visto mejor mirando a través de un par de mantas.
Se quedó un instante perpleja y dijo, no con cólera, pero lo bastante alto para que la oyeran los muebles : -Bueno ; pues te aseguro que si te echo mano te voy a... No terminó la frase, porque antes se agachó dando estocadas con la escoba por debajo de la cama ; así es que necesitaba todo su aliento para puntuar los escobazos con resoplidos. Lo único que consiguió desenterrar fue el gato. -¡No se ha visto cosa igual que ese muchacho ! Fue hasta la puerta y se detuvo allí, recorriendo con la mirada las plantas de tomate y las hierbas silvestres que constituían el jardín.
Ni sombra de Tom. Alzó, pues, la voz a un ángulo de puntería calculado para larga distancia y gritó : -¡Tú! ¡Toooom !
Mark Twain
Mark Twain (1835 - 1910), dont le véritable nom est Samuel Langhorne Clemens, est né dans le Missouri. Orphelin de père à l'âge de douze ans, il exerce plusieurs métiers : typographe, rédacteur dans un journal, pilote de bateau à vapeur sur le Mississipi. Ne voulant pas se battre au côté des sudistes pour le maintien de l'esclavage, il s'enfuit vers les montagnes du Nevada et devient chercheur d'or. A partir de 1864, il exerce l'activité de reporter à San Francisco et se déplace en Europe en tant que correspondant de presse. Romancier, humoriste et essayiste, il décrira avec réalisme et sévérité la société américaine.
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