En cours de chargement...
Principia el sueno del autor. Cristiano, convencido de pecado, huye de la ira venidera, y es dirigido por Evangelista a Cristo. Caminando iba yo por el desierto de este mundo, cuando me encontré en un paraje donde había una cueva ; busqué refugio en ella fatigado, y habiéndome quedado dormido, tuve el siguiente sueno : Vi un hombre en pie, cubierto de andrajos, vuelto de espaldas a su casa, con una pesada carga sobre sus hombros y un libro en sus manos.
Fijando en él mi atención, vi que abrió el libro y leía en él, y según iba leyendo, lloraba y se estremecía, hasta que, no pudiendo ya contenerse más, lanzó un doloroso quejido y exclamó : - ¿Qué es lo que debo hacer ? En este estado regresó a su casa, procurando reprimirse todo lo posible para que su mujer y sus hijos no se apercibiesen de su dolor. Mas no pudiendo por más tiempo disimularlo, porque su mal iba en aumento, se descubrió a ellos y les dijo : -Queridísima esposa mía, y vosotros, hijos de mi corazón ; yo, vuestro amante amigo, me veo perdido por razón de esta carga que me abruma.
Además, sé ciertamente que nuestra ciudad va a ser abrasada por el fuego del cielo, y todos seremos envueltos en catástrofe tan terrible si no hallamos un remedio para escapar, lo que hasta ahora no he encontrado.