Littérature d'Espagne du Siècle d'or à aujourd'hui
Cuentos de los Hermanos Grimm. .
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- Nombre de pages106
- PrésentationBroché
- Poids0.179 kg
- Dimensions17,0 cm × 22,0 cm × 0,6 cm
- ISBN979-10-419-3750-9
- EAN9791041937509
- Date de parution04/05/2023
- ÉditeurCulturea
Résumé
Allá en aquellos tiempos había una joven muy perezosa que no quería hilar. Su madre se incomodaba mucho ; pero no podía hacerla trabajar. Un día perdió la paciencia de manera que llegó a pegarle, y su hija se puso a llorar a gritos. En aquel momento pasaba por allí la Reina, y oyendo los sollozos, mandó detener su coche y entró en la casa preguntando a la madre por qué pegaba a su hija con tanta crueldad, que se oían en la calle los lamentos de la nina.
La mujer, avergonzada, no quiso contarle de la pereza de su hija, y le dijo : -No puedo hacerla que suelte el huso ni un solo instante, quiere estar hilando siempre, y yo soy tan pobre que no puedo darle el lino que necesita. -Nada me gusta tanto como la rueca -le respondió la Reina- ; el ruido del huso me encanta, dejadme llevar a vuestra hija a mi palacio, yo tengo lino suficiente e hilará todo lo que quiera.
La madre consintió en ello con el mayor placer, y la Reina se llevó a la joven. En cuanto llegaron a palacio la condujo a tres cuartos que estaban llenos de arriba abajo de un lino muy hermoso. -Hílame todo ese lino -le dijo-, y cuando esté concluido, te casaré con mi hijo mayor. No te dé cuidado de que seas pobre ; tu amor al trabajo es un dote suficiente.
La mujer, avergonzada, no quiso contarle de la pereza de su hija, y le dijo : -No puedo hacerla que suelte el huso ni un solo instante, quiere estar hilando siempre, y yo soy tan pobre que no puedo darle el lino que necesita. -Nada me gusta tanto como la rueca -le respondió la Reina- ; el ruido del huso me encanta, dejadme llevar a vuestra hija a mi palacio, yo tengo lino suficiente e hilará todo lo que quiera.
La madre consintió en ello con el mayor placer, y la Reina se llevó a la joven. En cuanto llegaron a palacio la condujo a tres cuartos que estaban llenos de arriba abajo de un lino muy hermoso. -Hílame todo ese lino -le dijo-, y cuando esté concluido, te casaré con mi hijo mayor. No te dé cuidado de que seas pobre ; tu amor al trabajo es un dote suficiente.
Allá en aquellos tiempos había una joven muy perezosa que no quería hilar. Su madre se incomodaba mucho ; pero no podía hacerla trabajar. Un día perdió la paciencia de manera que llegó a pegarle, y su hija se puso a llorar a gritos. En aquel momento pasaba por allí la Reina, y oyendo los sollozos, mandó detener su coche y entró en la casa preguntando a la madre por qué pegaba a su hija con tanta crueldad, que se oían en la calle los lamentos de la nina.
La mujer, avergonzada, no quiso contarle de la pereza de su hija, y le dijo : -No puedo hacerla que suelte el huso ni un solo instante, quiere estar hilando siempre, y yo soy tan pobre que no puedo darle el lino que necesita. -Nada me gusta tanto como la rueca -le respondió la Reina- ; el ruido del huso me encanta, dejadme llevar a vuestra hija a mi palacio, yo tengo lino suficiente e hilará todo lo que quiera.
La madre consintió en ello con el mayor placer, y la Reina se llevó a la joven. En cuanto llegaron a palacio la condujo a tres cuartos que estaban llenos de arriba abajo de un lino muy hermoso. -Hílame todo ese lino -le dijo-, y cuando esté concluido, te casaré con mi hijo mayor. No te dé cuidado de que seas pobre ; tu amor al trabajo es un dote suficiente.
La mujer, avergonzada, no quiso contarle de la pereza de su hija, y le dijo : -No puedo hacerla que suelte el huso ni un solo instante, quiere estar hilando siempre, y yo soy tan pobre que no puedo darle el lino que necesita. -Nada me gusta tanto como la rueca -le respondió la Reina- ; el ruido del huso me encanta, dejadme llevar a vuestra hija a mi palacio, yo tengo lino suficiente e hilará todo lo que quiera.
La madre consintió en ello con el mayor placer, y la Reina se llevó a la joven. En cuanto llegaron a palacio la condujo a tres cuartos que estaban llenos de arriba abajo de un lino muy hermoso. -Hílame todo ese lino -le dijo-, y cuando esté concluido, te casaré con mi hijo mayor. No te dé cuidado de que seas pobre ; tu amor al trabajo es un dote suficiente.

















