Yo en un gimnasio durante pandemia

En un futuro marcado por el caos, todo aquel que es mordido por un zombi comparte el mismo destino: transformarse en uno de ellos. Sin embargo, Diane rompe esa regla. Siete días después de haber sido atacada, descubre que su camino no sigue las mismas leyes oscuras que gobiernan al resto, enfrentándose a consecuencias que jamás habría imaginado. La civilización se desmorona bajo la furia incesante de hordas de muertos vivientes.
Diane y sus amigos encuentran resguardo en una base militar, un frágil refugio en medio del desastre. Pero durante una arriesgada misión de rescate, el destino juega en su contra: una mordida marca su piel. Convencida de que solo le quedan unos días, guarda silencio y huye, preparándose para lo inevitable. Lo que no sabe es que su transformación no se acerca a la de un zombi, sino a algo completamente distinto.
Al alzar la mirada, quedé atrapada por mi propio reflejo en el espejo de la habitación en penumbra. Mis ojos me devolvían un resplandor imposible de ignorar. Brillaban de verdad, con una intensidad azul zafiro que no podía atribuir a un simple juego de luces ni a excusas fáciles que antes había inventado para tranquilizarme. Era un brillo real, sutil pero inconfundible. Aquello no era normal. Y tuve que aceptarlo: yo ya no era normal.¿En qué me estaba convirtiendo? No lo sabía.
No había respuesta.