Antonio vive solo. o al menos eso parece. Sus verdaderos compañeros son Pelusa y Zaska, dos gatos con personalidades opuestas que no solo lo acompañan, sino que también hablan con él. A través de sus diálogos -a veces tiernos, otras agudos o filosóficos- Antonio reflexiona sobre los grandes temas de la vida: el amor, la política, la fe, el paso del tiempo, la soledad y la belleza de lo cotidiano. Todo cambia con la llegada de Diógenes, un perro que no habla, pero cuya mirada y gestos son capaces de decirlo todo.
Este libro es un viaje íntimo, emotivo y lleno de humor a través de las pequeñas y grandes preguntas de la existencia. Una novela que conjuga realismo, pensamiento, ternura y absurdo, donde cada capítulo es una ventana a las emociones humanas y al alma de un hombre que ha decidido volver con palabras. y con animales que dicen más que muchos humanos.
Antonio vive solo. o al menos eso parece. Sus verdaderos compañeros son Pelusa y Zaska, dos gatos con personalidades opuestas que no solo lo acompañan, sino que también hablan con él. A través de sus diálogos -a veces tiernos, otras agudos o filosóficos- Antonio reflexiona sobre los grandes temas de la vida: el amor, la política, la fe, el paso del tiempo, la soledad y la belleza de lo cotidiano. Todo cambia con la llegada de Diógenes, un perro que no habla, pero cuya mirada y gestos son capaces de decirlo todo.
Este libro es un viaje íntimo, emotivo y lleno de humor a través de las pequeñas y grandes preguntas de la existencia. Una novela que conjuga realismo, pensamiento, ternura y absurdo, donde cada capítulo es una ventana a las emociones humanas y al alma de un hombre que ha decidido volver con palabras. y con animales que dicen más que muchos humanos.