La violencia que sufre la gente inocente en lugares como Sudán, Ucrania, Congo y el Medio Oriente nos rompe el corazón. Hace años, personas inocentes en Perú sufrieron una tragedia similar y vivieron para ver un día mejor. La suya es una historia de cómo el bien venció al mal. La sangrienta guerra de Sendero Luminoso azotaba Perú y dominó los titulares internacionales durante casi dos décadas. El Sendero y los Hacedores de Paz nos hacen ver las sorprendentes y verídicas historias detrás de las noticias.
Incluyen:- El traumático secuestro de una familia extranjera a manos de Sendero Luminoso, una saga que termina en una eventual reconciliación extraordinaria.- La familia Quicaña Sauñe, creyentes evangélicos de habla quechua que enfrentaban el terrorismo en Ayacucho con poco más que su fuerte creencia en el poder de Dios y su Palabra.- Los integrantes de la tribu Ashaninka, que preservaban su cultura ancestral a través de una fuerte comunidad de fe y su sistema escolar bilingüe, hasta que Sendero Luminoso se apoderó de sus comunidades.- La Asociación Paz y Esperanza, fundada para reubicar a familias refugiadas pero que terminó obligada a defender a personas encarceladas y acusadas injustamente de terrorismo.
Sus historias, como muchas otras que aparecen en este libro, son testimonio de un sufrimiento soportado con paciencia, por amor a Cristo; además, apoyado en el poder de Dios para obrar milagros en medio del terror.
La violencia que sufre la gente inocente en lugares como Sudán, Ucrania, Congo y el Medio Oriente nos rompe el corazón. Hace años, personas inocentes en Perú sufrieron una tragedia similar y vivieron para ver un día mejor. La suya es una historia de cómo el bien venció al mal. La sangrienta guerra de Sendero Luminoso azotaba Perú y dominó los titulares internacionales durante casi dos décadas. El Sendero y los Hacedores de Paz nos hacen ver las sorprendentes y verídicas historias detrás de las noticias.
Incluyen:- El traumático secuestro de una familia extranjera a manos de Sendero Luminoso, una saga que termina en una eventual reconciliación extraordinaria.- La familia Quicaña Sauñe, creyentes evangélicos de habla quechua que enfrentaban el terrorismo en Ayacucho con poco más que su fuerte creencia en el poder de Dios y su Palabra.- Los integrantes de la tribu Ashaninka, que preservaban su cultura ancestral a través de una fuerte comunidad de fe y su sistema escolar bilingüe, hasta que Sendero Luminoso se apoderó de sus comunidades.- La Asociación Paz y Esperanza, fundada para reubicar a familias refugiadas pero que terminó obligada a defender a personas encarceladas y acusadas injustamente de terrorismo.
Sus historias, como muchas otras que aparecen en este libro, son testimonio de un sufrimiento soportado con paciencia, por amor a Cristo; además, apoyado en el poder de Dios para obrar milagros en medio del terror.