Secando el Corazón al Sol

Par : Fernando Frutos, Librerío editores
Offrir maintenant
Ou planifier dans votre panier
Disponible dans votre compte client Decitre ou Furet du Nord dès validation de votre commande. Le format ePub est :
  • Compatible avec une lecture sur My Vivlio (smartphone, tablette, ordinateur)
  • Compatible avec une lecture sur liseuses Vivlio
  • Pour les liseuses autres que Vivlio, vous devez utiliser le logiciel Adobe Digital Edition. Non compatible avec la lecture sur les liseuses Kindle, Remarkable et Sony
Logo Vivlio, qui est-ce ?

Notre partenaire de plateforme de lecture numérique où vous retrouverez l'ensemble de vos ebooks gratuitement

Pour en savoir plus sur nos ebooks, consultez notre aide en ligne ici
C'est si simple ! Lisez votre ebook avec l'app Vivlio sur votre tablette, mobile ou ordinateur :
Google PlayApp Store
  • FormatePub
  • ISBN8230785767
  • EAN9798230785767
  • Date de parution28/03/2025
  • Protection num.pas de protection
  • Infos supplémentairesepub
  • ÉditeurIndependently Published

Résumé

Fernando Frutos. Culiacán, Sinaloa. De sangre regia. La mayor parte de su vida ha transcurrido bajo el sol de Monterrey. Animoso se atreve a entregarnos su ópera prima: un poemario extraño, sui géneris, que lo coloca como un escritor prometedor. Él mismo es una rara avis. Lo confirma en uno de sus extraordinarios títulos: Rareza la Mía. De tal catadura, se dirá que está en ciernes, pero sus páginas son un valle de flores del lenguaje en cuyo corazón se levantan lirios azules y rojos.
Poemas contradictorios. Contradicción es signo de genio. Alguien frotó su lámpara. Saltan de sus líneas una que otra rosa negra que nos estira a continuar con la lectura. Escribir a vuelo de pluma no quiere decir no haya conocimiento y si no hay total conocimiento aún, lo suple un sentir hondo, innegable en los buenos poetas. Para todos, más para los liróforos la vereda es sinuosa. Este poemario ha vencido y sorprende.
Un debut decoroso. Libro muy nuestro. Líneas que el lector asiduo y no, merece. Sin trayectoria literaria traza imágenes, figuras y versos resplandecientes. Es sicoanalista... Imagine usted la caverna donde habitan filosos poemas como estalactitas y estalagmitas. Se entiende que dicha cueva es un elemento más del valle de los lirios. En este libro anda suelta la loca de la casa. Librerío Editores es anfitrión de esta literatura conceptual.
Fernando Frutos puede estar satisfecho. Y ustedes carísimos lectores no titubeen en hacerse de este método de sanación que consiste, así nos invita el autor, a poner a secar nuestros corazones al sol.
Fernando Frutos. Culiacán, Sinaloa. De sangre regia. La mayor parte de su vida ha transcurrido bajo el sol de Monterrey. Animoso se atreve a entregarnos su ópera prima: un poemario extraño, sui géneris, que lo coloca como un escritor prometedor. Él mismo es una rara avis. Lo confirma en uno de sus extraordinarios títulos: Rareza la Mía. De tal catadura, se dirá que está en ciernes, pero sus páginas son un valle de flores del lenguaje en cuyo corazón se levantan lirios azules y rojos.
Poemas contradictorios. Contradicción es signo de genio. Alguien frotó su lámpara. Saltan de sus líneas una que otra rosa negra que nos estira a continuar con la lectura. Escribir a vuelo de pluma no quiere decir no haya conocimiento y si no hay total conocimiento aún, lo suple un sentir hondo, innegable en los buenos poetas. Para todos, más para los liróforos la vereda es sinuosa. Este poemario ha vencido y sorprende.
Un debut decoroso. Libro muy nuestro. Líneas que el lector asiduo y no, merece. Sin trayectoria literaria traza imágenes, figuras y versos resplandecientes. Es sicoanalista... Imagine usted la caverna donde habitan filosos poemas como estalactitas y estalagmitas. Se entiende que dicha cueva es un elemento más del valle de los lirios. En este libro anda suelta la loca de la casa. Librerío Editores es anfitrión de esta literatura conceptual.
Fernando Frutos puede estar satisfecho. Y ustedes carísimos lectores no titubeen en hacerse de este método de sanación que consiste, así nos invita el autor, a poner a secar nuestros corazones al sol.