En una fría noche en un pueblo de montaña en la década de 1970, Zhang Yao despertó de un estado de desorientación, solo para encontrar a su esposa, Chen Taohua, demacrada hasta los huesos, y a su tímida hija. En su vida anterior, había llevado a su esposa e hija a la muerte en un río helado, impulsado por el juego y el alcoholismo. Su remordimiento era abrasador. Esta vez, renació ante la tragedia misma: la casa destartalada, la jarra de arroz vacía, los ojos aterrorizados de su esposa e hija, todo le decía: La expiación comienza desde este momento.
Apretó los puños, jurando tirar la jarra de vino, cargar con la carga de la familia y pasar el resto de su vida calentando este hogar que había congelado.
En una fría noche en un pueblo de montaña en la década de 1970, Zhang Yao despertó de un estado de desorientación, solo para encontrar a su esposa, Chen Taohua, demacrada hasta los huesos, y a su tímida hija. En su vida anterior, había llevado a su esposa e hija a la muerte en un río helado, impulsado por el juego y el alcoholismo. Su remordimiento era abrasador. Esta vez, renació ante la tragedia misma: la casa destartalada, la jarra de arroz vacía, los ojos aterrorizados de su esposa e hija, todo le decía: La expiación comienza desde este momento.
Apretó los puños, jurando tirar la jarra de vino, cargar con la carga de la familia y pasar el resto de su vida calentando este hogar que había congelado.