Muñeca Rusa: Operación Minerva es una novela explosiva de acción, erotismo y conspiración, donde lo prohibido se entrelaza con lo letal. Kaela Cohen Ivanova, ahora comandante de la Miami PD, se enfrenta a su misión más personal: detener a Mercer, un terrorista que amenaza al mundo con un virus letal lanzado desde un satélite fuera de control. Pero esta vez, el enemigo no solo es externo. La traición de su amante, la espía Mireya Sukova, ha dejado heridas más profundas que cualquier bala.
Separadas por el fuego y un pasado cargado de deseo, ambas mujeres deben enfrentar un destino común en medio de una red de engaños, mafias internacionales y un Vaticano en sombras. Mientras Miami arde, Roma se convierte en un campo de batalla secreto. Neonazis, agentes dobles y fanáticos religiosos se cruzan en una guerra encubierta que involucra al mismísimo Papa. Kaela, adicta al peligro, camina la cuerda floja entre justicia y venganza, entre el deber y un deseo que se niega a morir.
Con sus armas cargadas y el alma hecha trizas, se lanza a un operativo suicida en el corazón de Ucrania, donde las ruinas de Chernóbil ocultan una base secreta que podría desencadenar el fin del mundo. Mireya, por su parte, sobrevive en las sombras con el corazón roto y la mente afilada. Su padre ha muerto. Su pasado la persigue. Pero el vínculo con Kaela sigue ardiendo. En una habitación de hospital o en medio del tiroteo, su amor y su odio chocan como fuerzas opuestas de una misma explosión.
En este segundo capítulo de la saga Muñeca Rusa, la intensidad no da tregua. El erotismo es crudo, la acción fulminante, y las emociones se viven al rojo vivo. Mujeres complejas, rotas y letales protagonizan una historia donde la redención puede costar más que la muerte. y donde amar a la persona equivocada puede ser el mayor de los pecados. Prepárate para sumergirte en una trama que no conoce frenos.
Operación Minerva es un viaje salvaje entre disparos, gemidos y secretos que estremecen. Porque cuando el infierno se disfraza de cielo. solo una muñeca rusa puede abrirse paso.
Muñeca Rusa: Operación Minerva es una novela explosiva de acción, erotismo y conspiración, donde lo prohibido se entrelaza con lo letal. Kaela Cohen Ivanova, ahora comandante de la Miami PD, se enfrenta a su misión más personal: detener a Mercer, un terrorista que amenaza al mundo con un virus letal lanzado desde un satélite fuera de control. Pero esta vez, el enemigo no solo es externo. La traición de su amante, la espía Mireya Sukova, ha dejado heridas más profundas que cualquier bala.
Separadas por el fuego y un pasado cargado de deseo, ambas mujeres deben enfrentar un destino común en medio de una red de engaños, mafias internacionales y un Vaticano en sombras. Mientras Miami arde, Roma se convierte en un campo de batalla secreto. Neonazis, agentes dobles y fanáticos religiosos se cruzan en una guerra encubierta que involucra al mismísimo Papa. Kaela, adicta al peligro, camina la cuerda floja entre justicia y venganza, entre el deber y un deseo que se niega a morir.
Con sus armas cargadas y el alma hecha trizas, se lanza a un operativo suicida en el corazón de Ucrania, donde las ruinas de Chernóbil ocultan una base secreta que podría desencadenar el fin del mundo. Mireya, por su parte, sobrevive en las sombras con el corazón roto y la mente afilada. Su padre ha muerto. Su pasado la persigue. Pero el vínculo con Kaela sigue ardiendo. En una habitación de hospital o en medio del tiroteo, su amor y su odio chocan como fuerzas opuestas de una misma explosión.
En este segundo capítulo de la saga Muñeca Rusa, la intensidad no da tregua. El erotismo es crudo, la acción fulminante, y las emociones se viven al rojo vivo. Mujeres complejas, rotas y letales protagonizan una historia donde la redención puede costar más que la muerte. y donde amar a la persona equivocada puede ser el mayor de los pecados. Prepárate para sumergirte en una trama que no conoce frenos.
Operación Minerva es un viaje salvaje entre disparos, gemidos y secretos que estremecen. Porque cuando el infierno se disfraza de cielo. solo una muñeca rusa puede abrirse paso.