Mamá de mierda, sugerencias de autocuidado para madres estresadas. Desarrollo personal, #134
Par :Formats :
Disponible dans votre compte client Decitre ou Furet du Nord dès validation de votre commande. Le format ePub est :
- Compatible avec une lecture sur My Vivlio (smartphone, tablette, ordinateur)
- Compatible avec une lecture sur liseuses Vivlio
- Pour les liseuses autres que Vivlio, vous devez utiliser le logiciel Adobe Digital Edition. Non compatible avec la lecture sur les liseuses Kindle, Remarkable et Sony

Notre partenaire de plateforme de lecture numérique où vous retrouverez l'ensemble de vos ebooks gratuitement
Pour en savoir plus sur nos ebooks, consultez notre aide en ligne ici
- FormatePub
- ISBN978-956-6020-49-3
- EAN9789566020493
- Date de parution04/02/2025
- Protection num.pas de protection
- Infos supplémentairesepub
- ÉditeurAltazor
Résumé
Busca problematizar el estrés crónico que viven muchas mujeres en nuestra sociedad, y cómo este puede generar conductas maltratantes en nuestros hijos e hijas. Es un libro que invita a cuestionar los patrones aprendidos, a mirar nuestras heridas de infancia y a reflexionar sobre como influyen en la crianza que estamos ejerciendo. Entregando finalmente herramientas prácticas para implementar el autocuidado que nos permite desarrollar un a parentalidad positiva y libre de violencia.
Después de un largo y desafiante camino, el cual debí transitar con mucha incomodidad, reflexión y haciéndome cargo de mi más absoluta vulnerabilidad, entendí que pese a todas nuestras experiencias adversas vividas durante nuestra infancia podemos decidir sanar para no heredar traumas, dolores, alianzas o patrones inconscientes que obstaculizarán la vida de nuestros hijos. Después de este largo transitar, reparé que mi propósito era poner a disposición de otras madres todo lo aprendido, sensibilizándolas respecto a la responsabilidad inmensa que tenemos en nuestras manos para crear un mundo para la paz, dejando atrás de una vez por todas el maltrato infantil como práctica de crianza.
Pero debo decir que para eso se requiere valentía, disposición, apertura y amor, ya que es necesario hacer un trabajo personal profundo. Significa hacernos cargo de nuestra salud mental, de nuestras heridas de infancia, de nuestros traumas, para poder "sana-accionar". Esto es difícil y muchas veces doloroso, tanto así que muchas personas prefieren evitarlo a toda costa, ocultándose, negándolo o adquiriendo conductas autodestructivas o adictivas que les permiten mitigar o disfrazar las heridas de abandono, rechazo, humillación, traición o, injusticia.
Sin embargo, si estás acá es porque tu corazón resuena y eso significa que vamos por buen camino. Te insto entonces a sumergirte en esta nueva forma de crianza bien tratante, donde el camino inicia por nosotras mismas, amándonos, cuidándonos y respetándonos. Por eso te invito de todo corazón a ser responsable y autogestiva al buscar todos los mecanismos de bienestar que te hagan sentido, encontrar tu paz mental y la armonía individual necesaria para que desde ahí puedas ponerte a disposición para educar de la manera más tierna, contenedora, genuina y comprometida a tus hijos e hijas.
Por cuanto ese el mayor acto de amor que puedes hacer. Y tal como comenté, este libro no tiene otra intención más que contarles las diferentes herramientas de autocuidado que he ido descubriendo y que me han ayudado en el ejercicio de mi rol de madre, que déjenme decir está lleno de errores y desaciertos. No pretendo dar consejos ni lecciones de moral, al contrario, esto es más bien un ejercicio humilde de contar mis peores caídas y mayores aprendizajes para ofrecerlo con amor a quien le pueda servir.
Y si alguien se siente identificado, reflexiona y decide cambiar los patrones maltratantes, creo podría decir con el corazón más humilde y en total gratitud: "misión cumplida" Porque sé que haber vivido bajo patrones de violencia, conocer sus consecuencias, reconocer nuestras heridas y cambiar dichos modelos es una decisión desafiante y valiente. En este libro te cuento que decidí educar distinto a lo aprendido, porque estoy completamente segura que "el amor incondicional y la crianza bien tratante será la manera que transformaremos el mundo".
Después de un largo y desafiante camino, el cual debí transitar con mucha incomodidad, reflexión y haciéndome cargo de mi más absoluta vulnerabilidad, entendí que pese a todas nuestras experiencias adversas vividas durante nuestra infancia podemos decidir sanar para no heredar traumas, dolores, alianzas o patrones inconscientes que obstaculizarán la vida de nuestros hijos. Después de este largo transitar, reparé que mi propósito era poner a disposición de otras madres todo lo aprendido, sensibilizándolas respecto a la responsabilidad inmensa que tenemos en nuestras manos para crear un mundo para la paz, dejando atrás de una vez por todas el maltrato infantil como práctica de crianza.
Pero debo decir que para eso se requiere valentía, disposición, apertura y amor, ya que es necesario hacer un trabajo personal profundo. Significa hacernos cargo de nuestra salud mental, de nuestras heridas de infancia, de nuestros traumas, para poder "sana-accionar". Esto es difícil y muchas veces doloroso, tanto así que muchas personas prefieren evitarlo a toda costa, ocultándose, negándolo o adquiriendo conductas autodestructivas o adictivas que les permiten mitigar o disfrazar las heridas de abandono, rechazo, humillación, traición o, injusticia.
Sin embargo, si estás acá es porque tu corazón resuena y eso significa que vamos por buen camino. Te insto entonces a sumergirte en esta nueva forma de crianza bien tratante, donde el camino inicia por nosotras mismas, amándonos, cuidándonos y respetándonos. Por eso te invito de todo corazón a ser responsable y autogestiva al buscar todos los mecanismos de bienestar que te hagan sentido, encontrar tu paz mental y la armonía individual necesaria para que desde ahí puedas ponerte a disposición para educar de la manera más tierna, contenedora, genuina y comprometida a tus hijos e hijas.
Por cuanto ese el mayor acto de amor que puedes hacer. Y tal como comenté, este libro no tiene otra intención más que contarles las diferentes herramientas de autocuidado que he ido descubriendo y que me han ayudado en el ejercicio de mi rol de madre, que déjenme decir está lleno de errores y desaciertos. No pretendo dar consejos ni lecciones de moral, al contrario, esto es más bien un ejercicio humilde de contar mis peores caídas y mayores aprendizajes para ofrecerlo con amor a quien le pueda servir.
Y si alguien se siente identificado, reflexiona y decide cambiar los patrones maltratantes, creo podría decir con el corazón más humilde y en total gratitud: "misión cumplida" Porque sé que haber vivido bajo patrones de violencia, conocer sus consecuencias, reconocer nuestras heridas y cambiar dichos modelos es una decisión desafiante y valiente. En este libro te cuento que decidí educar distinto a lo aprendido, porque estoy completamente segura que "el amor incondicional y la crianza bien tratante será la manera que transformaremos el mundo".
Busca problematizar el estrés crónico que viven muchas mujeres en nuestra sociedad, y cómo este puede generar conductas maltratantes en nuestros hijos e hijas. Es un libro que invita a cuestionar los patrones aprendidos, a mirar nuestras heridas de infancia y a reflexionar sobre como influyen en la crianza que estamos ejerciendo. Entregando finalmente herramientas prácticas para implementar el autocuidado que nos permite desarrollar un a parentalidad positiva y libre de violencia.
Después de un largo y desafiante camino, el cual debí transitar con mucha incomodidad, reflexión y haciéndome cargo de mi más absoluta vulnerabilidad, entendí que pese a todas nuestras experiencias adversas vividas durante nuestra infancia podemos decidir sanar para no heredar traumas, dolores, alianzas o patrones inconscientes que obstaculizarán la vida de nuestros hijos. Después de este largo transitar, reparé que mi propósito era poner a disposición de otras madres todo lo aprendido, sensibilizándolas respecto a la responsabilidad inmensa que tenemos en nuestras manos para crear un mundo para la paz, dejando atrás de una vez por todas el maltrato infantil como práctica de crianza.
Pero debo decir que para eso se requiere valentía, disposición, apertura y amor, ya que es necesario hacer un trabajo personal profundo. Significa hacernos cargo de nuestra salud mental, de nuestras heridas de infancia, de nuestros traumas, para poder "sana-accionar". Esto es difícil y muchas veces doloroso, tanto así que muchas personas prefieren evitarlo a toda costa, ocultándose, negándolo o adquiriendo conductas autodestructivas o adictivas que les permiten mitigar o disfrazar las heridas de abandono, rechazo, humillación, traición o, injusticia.
Sin embargo, si estás acá es porque tu corazón resuena y eso significa que vamos por buen camino. Te insto entonces a sumergirte en esta nueva forma de crianza bien tratante, donde el camino inicia por nosotras mismas, amándonos, cuidándonos y respetándonos. Por eso te invito de todo corazón a ser responsable y autogestiva al buscar todos los mecanismos de bienestar que te hagan sentido, encontrar tu paz mental y la armonía individual necesaria para que desde ahí puedas ponerte a disposición para educar de la manera más tierna, contenedora, genuina y comprometida a tus hijos e hijas.
Por cuanto ese el mayor acto de amor que puedes hacer. Y tal como comenté, este libro no tiene otra intención más que contarles las diferentes herramientas de autocuidado que he ido descubriendo y que me han ayudado en el ejercicio de mi rol de madre, que déjenme decir está lleno de errores y desaciertos. No pretendo dar consejos ni lecciones de moral, al contrario, esto es más bien un ejercicio humilde de contar mis peores caídas y mayores aprendizajes para ofrecerlo con amor a quien le pueda servir.
Y si alguien se siente identificado, reflexiona y decide cambiar los patrones maltratantes, creo podría decir con el corazón más humilde y en total gratitud: "misión cumplida" Porque sé que haber vivido bajo patrones de violencia, conocer sus consecuencias, reconocer nuestras heridas y cambiar dichos modelos es una decisión desafiante y valiente. En este libro te cuento que decidí educar distinto a lo aprendido, porque estoy completamente segura que "el amor incondicional y la crianza bien tratante será la manera que transformaremos el mundo".
Después de un largo y desafiante camino, el cual debí transitar con mucha incomodidad, reflexión y haciéndome cargo de mi más absoluta vulnerabilidad, entendí que pese a todas nuestras experiencias adversas vividas durante nuestra infancia podemos decidir sanar para no heredar traumas, dolores, alianzas o patrones inconscientes que obstaculizarán la vida de nuestros hijos. Después de este largo transitar, reparé que mi propósito era poner a disposición de otras madres todo lo aprendido, sensibilizándolas respecto a la responsabilidad inmensa que tenemos en nuestras manos para crear un mundo para la paz, dejando atrás de una vez por todas el maltrato infantil como práctica de crianza.
Pero debo decir que para eso se requiere valentía, disposición, apertura y amor, ya que es necesario hacer un trabajo personal profundo. Significa hacernos cargo de nuestra salud mental, de nuestras heridas de infancia, de nuestros traumas, para poder "sana-accionar". Esto es difícil y muchas veces doloroso, tanto así que muchas personas prefieren evitarlo a toda costa, ocultándose, negándolo o adquiriendo conductas autodestructivas o adictivas que les permiten mitigar o disfrazar las heridas de abandono, rechazo, humillación, traición o, injusticia.
Sin embargo, si estás acá es porque tu corazón resuena y eso significa que vamos por buen camino. Te insto entonces a sumergirte en esta nueva forma de crianza bien tratante, donde el camino inicia por nosotras mismas, amándonos, cuidándonos y respetándonos. Por eso te invito de todo corazón a ser responsable y autogestiva al buscar todos los mecanismos de bienestar que te hagan sentido, encontrar tu paz mental y la armonía individual necesaria para que desde ahí puedas ponerte a disposición para educar de la manera más tierna, contenedora, genuina y comprometida a tus hijos e hijas.
Por cuanto ese el mayor acto de amor que puedes hacer. Y tal como comenté, este libro no tiene otra intención más que contarles las diferentes herramientas de autocuidado que he ido descubriendo y que me han ayudado en el ejercicio de mi rol de madre, que déjenme decir está lleno de errores y desaciertos. No pretendo dar consejos ni lecciones de moral, al contrario, esto es más bien un ejercicio humilde de contar mis peores caídas y mayores aprendizajes para ofrecerlo con amor a quien le pueda servir.
Y si alguien se siente identificado, reflexiona y decide cambiar los patrones maltratantes, creo podría decir con el corazón más humilde y en total gratitud: "misión cumplida" Porque sé que haber vivido bajo patrones de violencia, conocer sus consecuencias, reconocer nuestras heridas y cambiar dichos modelos es una decisión desafiante y valiente. En este libro te cuento que decidí educar distinto a lo aprendido, porque estoy completamente segura que "el amor incondicional y la crianza bien tratante será la manera que transformaremos el mundo".