La historia de los videojuegos de mundo abierto

Par : Leonhart Garnet
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  • FormatePub
  • ISBN8230810421
  • EAN9798230810421
  • Date de parution12/05/2025
  • Protection num.pas de protection
  • Infos supplémentairesepub
  • ÉditeurIndependently Published

Résumé

¿QUIERES DISFRUTAR DE LA HISTORIA DE LOS VIDEOJUEGOS QUE NOS PERMITIERON EXPLORAR LIBREMENTE MARAVILLOSOS MUNDOS ABIERTOS?Los videojuegos siempre han prometido una vía de escape. Por ello, los videojuegos de mundo abierto representan un ideal tanto tecnológico como cultural. A diferencia de los juegos lineales que guían al jugador a través de una secuencia de eventos estrictamente controlada, los títulos de mundo abierto presentan un entorno con muchas menos restricciones.
Ya sean las calles asoladas por el crimen de San Andreas, los vastos reinos de fantasía de Tamriel o las tierras salvajes de Hyrule, estos juegos permiten a los jugadores elegir su propio camino, y a veces incluso su propia historia. El mundo abierto no es tanto un género como una filosofía, arraigada en la libertad, la inmersión y la autonomía del jugador. Pero esta libertad no nace de la noche a la mañana.
La idea del diseño de mundo abierto es mucho más antigua que los juegos que solemos asociar con ella. Sus raíces se encuentran en aventuras de texto como Zork, e incluso en los mundos imaginarios de los juegos de rol de mesa. Estos primeros formatos introdujeron la filosofía esencial de la exploración: la noción de que un jugador podía determinar no solo cómo se desarrollaba una historia, sino también dónde ocurría y en qué orden.
A medida que la tecnología avanzaba, también lo hacía la ambición de los desarrolladores de juegos. La década de 1980 fue testigo de intentos pioneros de escala y apertura, desde la galaxia generada proceduralmente de Elite hasta el Hyrule relativamente no lineal de The Legend of Zelda. Los 90 fueron una década crucial. Juegos como Daggerfall ofrecían mapas enormes, casi absurdamente grandes, llenos de pueblos, mazmorras y sistemas emergentes.
Mientras tanto, Grand Theft Auto introdujo un mundo abierto urbano donde el caos y la misión se fusionaban a la perfección. Los jugadores podían seguir la historia principal o desviarse por completo. Esta inmersión alcanzó nuevas cotas en la década del 2000. Con GTA III, Rockstar Games redefinió la fórmula del mundo abierto al armonizar la narrativa cinematográfica con la jugabilidad no lineal. Poco después, juegos como Morrowind y Far Cry ampliaron la fórmula, cada uno aportando su propio estilo a una constante expansión del género.
Hoy en día, los juegos de mundo abierto son el centro del universo de los videojuegos. Son escaparates para el hardware, referentes para los jugadores y terrenos de juego para los diseñadores. Dominan las listas de ventas y los premios al Juego del Año. Este libro es una crónica de desarrolladores que persiguen sus sueños, de jugadores que se pierden en espacios virtuales, de culturas que se expresan a través del código.
Es una carta de amor al poder del juego, al perdurable deseo humano de explorar. Y, sobre todo, es un testimonio de los mundos en los que nos adentramos para disfrutar de una infinita libertad.¡Adéntrate en la historia de los juegos de mundo abierto!
¿QUIERES DISFRUTAR DE LA HISTORIA DE LOS VIDEOJUEGOS QUE NOS PERMITIERON EXPLORAR LIBREMENTE MARAVILLOSOS MUNDOS ABIERTOS?Los videojuegos siempre han prometido una vía de escape. Por ello, los videojuegos de mundo abierto representan un ideal tanto tecnológico como cultural. A diferencia de los juegos lineales que guían al jugador a través de una secuencia de eventos estrictamente controlada, los títulos de mundo abierto presentan un entorno con muchas menos restricciones.
Ya sean las calles asoladas por el crimen de San Andreas, los vastos reinos de fantasía de Tamriel o las tierras salvajes de Hyrule, estos juegos permiten a los jugadores elegir su propio camino, y a veces incluso su propia historia. El mundo abierto no es tanto un género como una filosofía, arraigada en la libertad, la inmersión y la autonomía del jugador. Pero esta libertad no nace de la noche a la mañana.
La idea del diseño de mundo abierto es mucho más antigua que los juegos que solemos asociar con ella. Sus raíces se encuentran en aventuras de texto como Zork, e incluso en los mundos imaginarios de los juegos de rol de mesa. Estos primeros formatos introdujeron la filosofía esencial de la exploración: la noción de que un jugador podía determinar no solo cómo se desarrollaba una historia, sino también dónde ocurría y en qué orden.
A medida que la tecnología avanzaba, también lo hacía la ambición de los desarrolladores de juegos. La década de 1980 fue testigo de intentos pioneros de escala y apertura, desde la galaxia generada proceduralmente de Elite hasta el Hyrule relativamente no lineal de The Legend of Zelda. Los 90 fueron una década crucial. Juegos como Daggerfall ofrecían mapas enormes, casi absurdamente grandes, llenos de pueblos, mazmorras y sistemas emergentes.
Mientras tanto, Grand Theft Auto introdujo un mundo abierto urbano donde el caos y la misión se fusionaban a la perfección. Los jugadores podían seguir la historia principal o desviarse por completo. Esta inmersión alcanzó nuevas cotas en la década del 2000. Con GTA III, Rockstar Games redefinió la fórmula del mundo abierto al armonizar la narrativa cinematográfica con la jugabilidad no lineal. Poco después, juegos como Morrowind y Far Cry ampliaron la fórmula, cada uno aportando su propio estilo a una constante expansión del género.
Hoy en día, los juegos de mundo abierto son el centro del universo de los videojuegos. Son escaparates para el hardware, referentes para los jugadores y terrenos de juego para los diseñadores. Dominan las listas de ventas y los premios al Juego del Año. Este libro es una crónica de desarrolladores que persiguen sus sueños, de jugadores que se pierden en espacios virtuales, de culturas que se expresan a través del código.
Es una carta de amor al poder del juego, al perdurable deseo humano de explorar. Y, sobre todo, es un testimonio de los mundos en los que nos adentramos para disfrutar de una infinita libertad.¡Adéntrate en la historia de los juegos de mundo abierto!