El Salto del Tequendama no perdona. Su belleza es una promesa y su voz, una sentencia. Adéntrate en el escalofriante misterio del Hotel del Salto, una joya arquitectónica de principios del siglo XX, hoy una ruina gótica que se alza sobre el abismo de la cascada del Tequendama. Lo que fue un símbolo de lujo y esplendor, es ahora un silencioso monumento a las almas que el Salto ha reclamado a lo largo de los siglos.
Pero esta no es una historia de fantasmas cualquiera; es el eco de un pacto ancestral, de un amor tan profundo que selló el destino de la montaña y de todos los que se atreven a escuchar su lamento. Sara, una estudiante con la cámara en mano y las redes sociales como mapa, llega buscando la foto perfecta. Ignora las advertencias, desestima los susurros de los viejos y se adentra en un lugar donde la niebla no solo oculta el paisaje, sino también las verdades más oscuras.
Pronto, el frío del hotel se vuelve una caricia helada, los susurros del viento son voces claras y las sombras danzan con una música que solo ella parece entender. El Salto la ha elegido.
El Salto del Tequendama no perdona. Su belleza es una promesa y su voz, una sentencia. Adéntrate en el escalofriante misterio del Hotel del Salto, una joya arquitectónica de principios del siglo XX, hoy una ruina gótica que se alza sobre el abismo de la cascada del Tequendama. Lo que fue un símbolo de lujo y esplendor, es ahora un silencioso monumento a las almas que el Salto ha reclamado a lo largo de los siglos.
Pero esta no es una historia de fantasmas cualquiera; es el eco de un pacto ancestral, de un amor tan profundo que selló el destino de la montaña y de todos los que se atreven a escuchar su lamento. Sara, una estudiante con la cámara en mano y las redes sociales como mapa, llega buscando la foto perfecta. Ignora las advertencias, desestima los susurros de los viejos y se adentra en un lugar donde la niebla no solo oculta el paisaje, sino también las verdades más oscuras.
Pronto, el frío del hotel se vuelve una caricia helada, los susurros del viento son voces claras y las sombras danzan con una música que solo ella parece entender. El Salto la ha elegido.