El escritor Diego García nos invita a un viaje filosófico y revelador a través de los ojos de un joven tordo, un pájaro observador cuya sabiduría desafía la arrogancia humana. En un mundo caótico, donde el vacío de sentido parece apoderarse de todo, este peculiar tordo reflexiona sobre la existencia, interactuando con distintos estereotipos humanos que reflejan nuestras contradicciones. Le aterra la soberbia de una especie que se autoproclama dueña de la Tierra, ignorando su conexión con todo lo vivo. Pero este no es solo un relato de crítica, sino de rebeldía y esperanza.
El tordo, junto a una cofradía de aves, se alza contra el dominio humano y descubre un refugio místico en lo profundo del bosque, un lugar donde la naturaleza revela sus secretos más sagrados. Una fábula profunda y poética que nos cuestiona: ¿realmente somos superiores? ¿O hemos olvidado que pertenecemos a algo mucho más grande? Una invitación a reconectar con la tierra, a respetar a todos los seres vivos y a recordar que, tal vez, la verdadera sabiduría no está en dominar, sino en coexistir.
El escritor Diego García nos invita a un viaje filosófico y revelador a través de los ojos de un joven tordo, un pájaro observador cuya sabiduría desafía la arrogancia humana. En un mundo caótico, donde el vacío de sentido parece apoderarse de todo, este peculiar tordo reflexiona sobre la existencia, interactuando con distintos estereotipos humanos que reflejan nuestras contradicciones. Le aterra la soberbia de una especie que se autoproclama dueña de la Tierra, ignorando su conexión con todo lo vivo. Pero este no es solo un relato de crítica, sino de rebeldía y esperanza.
El tordo, junto a una cofradía de aves, se alza contra el dominio humano y descubre un refugio místico en lo profundo del bosque, un lugar donde la naturaleza revela sus secretos más sagrados. Una fábula profunda y poética que nos cuestiona: ¿realmente somos superiores? ¿O hemos olvidado que pertenecemos a algo mucho más grande? Una invitación a reconectar con la tierra, a respetar a todos los seres vivos y a recordar que, tal vez, la verdadera sabiduría no está en dominar, sino en coexistir.