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Cartas a Nostradamus: El legado oculto
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- FormatePub
- ISBN8231294510
- EAN9798231294510
- Date de parution14/07/2025
- Protection num.pas de protection
- Infos supplémentairesepub
- ÉditeurWalzone Press
Résumé
La exploración de las cartas intercambiadas por Michel Nostradamus con sus contemporáneos constituye un valioso testimonio para descifrar las mentalidades y las dinámicas culturales del pasado. Estas comunicaciones, impregnadas de confidencias y referencias a los acontecimientos de su tiempo, no solo exponen las angustias y aspiraciones de una era convulsa, sino que también iluminan la intrincada relación entre el célebre profeta y quienes buscaban sus vaticinios.
A través de estos documentos, emerge una visión reveladora sobre el papel que desempeñaba el saber adivinatorio en la Europa del siglo XVI. Mediante un riguroso examen epistolar, esta investigación desentraña las múltiples dimensiones de la existencia y el legado de Nostradamus. Desde sus hábitos cotidianos hasta sus interacciones con personalidades prominentes, cada misiva aporta nuevas claves para interpretar el trasfondo histórico que alimentó sus profecías.
Asimismo, estas líneas permiten calibrar el eco de su reputación en la sociedad de entonces, así como la forma en que su figura trascendió los siglos, consolidándose como un ícono del esoterismo. El verdadero valor de esta correspondencia no radica únicamente en su registro de una selecta clientela -integrada por clérigos, eruditos, nobles y mercaderes adinerados-, sino en su capacidad para evidenciar la estrecha alianza entre la astrología y las esferas del poder.
Tras su paso por la corte francesa en 1555, Nostradamus cultivó vínculos con Catalina de Médicis y su séquito, aunque fueron sus conexiones con la burguesía germana -en particular, los comerciantes de Augsburgo- las que le reportaron mayor beneficio y reconocimiento. Mientras Francia mostraba recelo hacia las prácticas astrológicas, en la pujante Alemania capitalista, esta "disciplina filosófica" halló un espacio de acogida.
Magnates como Hans Rosenberger, respaldados por astrólogos de la talla de Cyprian Leowitz, se convirtieron en mecenas indispensables para Nostradamus. No obstante, la bancarrota de Rosenberger en 1559 lo impulsó a vincularse con nuevos protectores, como Daniel Rechlinger, afincado en la corte de Viena. En sus últimos años, Nostradamus alcanzó un prestigio sin igual como consejero astrológico de la aristocracia europea, elaborando cartas natales para personajes como los archiduques Rodolfo y Ernesto de Austria.
Su taller, operado por un equipo de secretarios, funcionaba como un auténtico centro de producción astrológica, reafirmando su posición como oráculo predilecto de las élites. En las páginas que siguen, emprenderemos un recorrido por los textos de Nostradamus y las reacciones que suscitaron, descifrando los entresijos de un hombre cuyo nombre aún resuena como emblema de lo enigmático. Más allá de desvelar los misterios del profeta, este análisis aspira a profundizar en el modo en que el conocimiento visionario ha influido en la trayectoria del pensamiento humano a través de los tiempos.
A través de estos documentos, emerge una visión reveladora sobre el papel que desempeñaba el saber adivinatorio en la Europa del siglo XVI. Mediante un riguroso examen epistolar, esta investigación desentraña las múltiples dimensiones de la existencia y el legado de Nostradamus. Desde sus hábitos cotidianos hasta sus interacciones con personalidades prominentes, cada misiva aporta nuevas claves para interpretar el trasfondo histórico que alimentó sus profecías.
Asimismo, estas líneas permiten calibrar el eco de su reputación en la sociedad de entonces, así como la forma en que su figura trascendió los siglos, consolidándose como un ícono del esoterismo. El verdadero valor de esta correspondencia no radica únicamente en su registro de una selecta clientela -integrada por clérigos, eruditos, nobles y mercaderes adinerados-, sino en su capacidad para evidenciar la estrecha alianza entre la astrología y las esferas del poder.
Tras su paso por la corte francesa en 1555, Nostradamus cultivó vínculos con Catalina de Médicis y su séquito, aunque fueron sus conexiones con la burguesía germana -en particular, los comerciantes de Augsburgo- las que le reportaron mayor beneficio y reconocimiento. Mientras Francia mostraba recelo hacia las prácticas astrológicas, en la pujante Alemania capitalista, esta "disciplina filosófica" halló un espacio de acogida.
Magnates como Hans Rosenberger, respaldados por astrólogos de la talla de Cyprian Leowitz, se convirtieron en mecenas indispensables para Nostradamus. No obstante, la bancarrota de Rosenberger en 1559 lo impulsó a vincularse con nuevos protectores, como Daniel Rechlinger, afincado en la corte de Viena. En sus últimos años, Nostradamus alcanzó un prestigio sin igual como consejero astrológico de la aristocracia europea, elaborando cartas natales para personajes como los archiduques Rodolfo y Ernesto de Austria.
Su taller, operado por un equipo de secretarios, funcionaba como un auténtico centro de producción astrológica, reafirmando su posición como oráculo predilecto de las élites. En las páginas que siguen, emprenderemos un recorrido por los textos de Nostradamus y las reacciones que suscitaron, descifrando los entresijos de un hombre cuyo nombre aún resuena como emblema de lo enigmático. Más allá de desvelar los misterios del profeta, este análisis aspira a profundizar en el modo en que el conocimiento visionario ha influido en la trayectoria del pensamiento humano a través de los tiempos.
La exploración de las cartas intercambiadas por Michel Nostradamus con sus contemporáneos constituye un valioso testimonio para descifrar las mentalidades y las dinámicas culturales del pasado. Estas comunicaciones, impregnadas de confidencias y referencias a los acontecimientos de su tiempo, no solo exponen las angustias y aspiraciones de una era convulsa, sino que también iluminan la intrincada relación entre el célebre profeta y quienes buscaban sus vaticinios.
A través de estos documentos, emerge una visión reveladora sobre el papel que desempeñaba el saber adivinatorio en la Europa del siglo XVI. Mediante un riguroso examen epistolar, esta investigación desentraña las múltiples dimensiones de la existencia y el legado de Nostradamus. Desde sus hábitos cotidianos hasta sus interacciones con personalidades prominentes, cada misiva aporta nuevas claves para interpretar el trasfondo histórico que alimentó sus profecías.
Asimismo, estas líneas permiten calibrar el eco de su reputación en la sociedad de entonces, así como la forma en que su figura trascendió los siglos, consolidándose como un ícono del esoterismo. El verdadero valor de esta correspondencia no radica únicamente en su registro de una selecta clientela -integrada por clérigos, eruditos, nobles y mercaderes adinerados-, sino en su capacidad para evidenciar la estrecha alianza entre la astrología y las esferas del poder.
Tras su paso por la corte francesa en 1555, Nostradamus cultivó vínculos con Catalina de Médicis y su séquito, aunque fueron sus conexiones con la burguesía germana -en particular, los comerciantes de Augsburgo- las que le reportaron mayor beneficio y reconocimiento. Mientras Francia mostraba recelo hacia las prácticas astrológicas, en la pujante Alemania capitalista, esta "disciplina filosófica" halló un espacio de acogida.
Magnates como Hans Rosenberger, respaldados por astrólogos de la talla de Cyprian Leowitz, se convirtieron en mecenas indispensables para Nostradamus. No obstante, la bancarrota de Rosenberger en 1559 lo impulsó a vincularse con nuevos protectores, como Daniel Rechlinger, afincado en la corte de Viena. En sus últimos años, Nostradamus alcanzó un prestigio sin igual como consejero astrológico de la aristocracia europea, elaborando cartas natales para personajes como los archiduques Rodolfo y Ernesto de Austria.
Su taller, operado por un equipo de secretarios, funcionaba como un auténtico centro de producción astrológica, reafirmando su posición como oráculo predilecto de las élites. En las páginas que siguen, emprenderemos un recorrido por los textos de Nostradamus y las reacciones que suscitaron, descifrando los entresijos de un hombre cuyo nombre aún resuena como emblema de lo enigmático. Más allá de desvelar los misterios del profeta, este análisis aspira a profundizar en el modo en que el conocimiento visionario ha influido en la trayectoria del pensamiento humano a través de los tiempos.
A través de estos documentos, emerge una visión reveladora sobre el papel que desempeñaba el saber adivinatorio en la Europa del siglo XVI. Mediante un riguroso examen epistolar, esta investigación desentraña las múltiples dimensiones de la existencia y el legado de Nostradamus. Desde sus hábitos cotidianos hasta sus interacciones con personalidades prominentes, cada misiva aporta nuevas claves para interpretar el trasfondo histórico que alimentó sus profecías.
Asimismo, estas líneas permiten calibrar el eco de su reputación en la sociedad de entonces, así como la forma en que su figura trascendió los siglos, consolidándose como un ícono del esoterismo. El verdadero valor de esta correspondencia no radica únicamente en su registro de una selecta clientela -integrada por clérigos, eruditos, nobles y mercaderes adinerados-, sino en su capacidad para evidenciar la estrecha alianza entre la astrología y las esferas del poder.
Tras su paso por la corte francesa en 1555, Nostradamus cultivó vínculos con Catalina de Médicis y su séquito, aunque fueron sus conexiones con la burguesía germana -en particular, los comerciantes de Augsburgo- las que le reportaron mayor beneficio y reconocimiento. Mientras Francia mostraba recelo hacia las prácticas astrológicas, en la pujante Alemania capitalista, esta "disciplina filosófica" halló un espacio de acogida.
Magnates como Hans Rosenberger, respaldados por astrólogos de la talla de Cyprian Leowitz, se convirtieron en mecenas indispensables para Nostradamus. No obstante, la bancarrota de Rosenberger en 1559 lo impulsó a vincularse con nuevos protectores, como Daniel Rechlinger, afincado en la corte de Viena. En sus últimos años, Nostradamus alcanzó un prestigio sin igual como consejero astrológico de la aristocracia europea, elaborando cartas natales para personajes como los archiduques Rodolfo y Ernesto de Austria.
Su taller, operado por un equipo de secretarios, funcionaba como un auténtico centro de producción astrológica, reafirmando su posición como oráculo predilecto de las élites. En las páginas que siguen, emprenderemos un recorrido por los textos de Nostradamus y las reacciones que suscitaron, descifrando los entresijos de un hombre cuyo nombre aún resuena como emblema de lo enigmático. Más allá de desvelar los misterios del profeta, este análisis aspira a profundizar en el modo en que el conocimiento visionario ha influido en la trayectoria del pensamiento humano a través de los tiempos.