301 Chistes Cortos y Muy Buenos + Se me va + Las Reglas del Juego. De 3 en 3

Par : Ainhoa Montañez, Elena Larreal, Myconos Kitomher
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  • FormatePub
  • ISBN978-1-370-30350-2
  • EAN9781370303502
  • Date de parution15/08/2017
  • Protection num.pas de protection
  • Infos supplémentairesepub
  • ÉditeurEditeurs divers USA

Résumé

301 Chistes Cortos y Muy BuenosAinhoa MontañezUna recopilación de chistes cortos y muy buenos. Una muestra:-Hola, ¿tiene usted una película que se llama "Tu culo está estacionado"?-¿Sabe el título en inglés?-Sí. Your ass is park. Adivina qué es: tiene ojos y no ve, tiene pico y no pica, tiene alas y no vuela, tiene patas y no camina, ¿qué es?Un pajarito muerto. Cuando en un hospital se termina la anestesia, se acabó lo que sedaba.-Le has dicho a tu hermana que es fea y ahora está llorando.
Ve ahora mismo y dile que lo sientes.-Laura, siento que seas tan fea.¿Qué tienen en común Batman, un submarinista y una persiana?Que todos son persianas, menos Batman y el submarinista. Un ratoncito paseaba con su madre por el campo y pasó un murciélago:-Mamá, mamá. ¡Mira! ¡Un ángel!En el médico:-Señora, ¿usted tiene orgasmos?La mujer se levanta un momento, abre la puerta y le grita al marido, que estaba sentado en la sala de espera:-¡¡Manolo!! ¿Nosotros tenemos Sanitas, Orgasmos o Adeslas?No dejes escapar esta oportunidad.+Se me vaElena Larreal"Soy una persona muy sociable, aunque mis amigas no existan."Elena, una esquizofrénica no tratada que habla con sus electrodomésticos, conoce a Román, un chico romántico capaz de hablar con los muertos.
Pero también conoce a Hombre Misterioso, un joven que asegura haber absorbido durante el embarazo a su hermano gemelo y que tiene la capacidad de ponerla como una moto. Como pasa con todas las cosas buenas de la vida, Elena tendrá que elegir a uno de los dos. O quizá haya otra salida. El mejor chick lit en vena. Un novela hilarante protagonizada por tres locos de los que te enamorarás.+Las reglas del juego: Una aventura de aceitunas asesinasMyconos KitomherSusan, una mujer atrapada en un juego macabro con su grupo de nuevas amigas, se verá obligada a enfrentarse a ellas para salvar la vida de su marido y de sus dos hijos.
Fragmento:-No sé lo que es, pero Isobel tiene uno. Se lo vi el pasado viernes, durante la partida. Le caminaba por debajo de la piel, le bajaba por el cuello.-¿Y no dijiste nada?-Me pareció divertido. Supongo que no estaba en mis cabales.-¿Y ahora lo estás?-¡Ahora lo tengo dentro! ¡No es lo mismo, joder!-A ver, no te muevas. Déjame que lo mire otra vez. Quizá hayan sido imaginaciones mías. Susan volvió a apartarle el pelo, pero esta vez le metió el cañón de la pistola en el costado.-No te muevas si quieres conservar las tripas dentro.-Qué agradable te has vuelto.-Culpa vuestra.
El bulto había desaparecido. Susan estaba por creer que se lo había imaginado cuando volvió a localizarlo, en medio del cuello. Muy despacio, sin creer que aquello pudiera estar sucediendo realmente, pero consciente de que no soñaba, acercó un dedo al extraño bulto. Era más bien alargado, más o menos del tamaño de una canica, pero con la forma de un melón. Cuando Susan lo palpó con el dedo índice, la cosa echó a correr cuello abajo, abultando la piel a su paso.-Dios Santo...-¿Qué pasa?-Madre mía...-¡Susan!-¿No lo sientes? Te.
te está bajando.-¡No siento nada de nada! ¡Déjame parar, no puedo conducir así!Tres lecturas que te encantarán.
301 Chistes Cortos y Muy BuenosAinhoa MontañezUna recopilación de chistes cortos y muy buenos. Una muestra:-Hola, ¿tiene usted una película que se llama "Tu culo está estacionado"?-¿Sabe el título en inglés?-Sí. Your ass is park. Adivina qué es: tiene ojos y no ve, tiene pico y no pica, tiene alas y no vuela, tiene patas y no camina, ¿qué es?Un pajarito muerto. Cuando en un hospital se termina la anestesia, se acabó lo que sedaba.-Le has dicho a tu hermana que es fea y ahora está llorando.
Ve ahora mismo y dile que lo sientes.-Laura, siento que seas tan fea.¿Qué tienen en común Batman, un submarinista y una persiana?Que todos son persianas, menos Batman y el submarinista. Un ratoncito paseaba con su madre por el campo y pasó un murciélago:-Mamá, mamá. ¡Mira! ¡Un ángel!En el médico:-Señora, ¿usted tiene orgasmos?La mujer se levanta un momento, abre la puerta y le grita al marido, que estaba sentado en la sala de espera:-¡¡Manolo!! ¿Nosotros tenemos Sanitas, Orgasmos o Adeslas?No dejes escapar esta oportunidad.+Se me vaElena Larreal"Soy una persona muy sociable, aunque mis amigas no existan."Elena, una esquizofrénica no tratada que habla con sus electrodomésticos, conoce a Román, un chico romántico capaz de hablar con los muertos.
Pero también conoce a Hombre Misterioso, un joven que asegura haber absorbido durante el embarazo a su hermano gemelo y que tiene la capacidad de ponerla como una moto. Como pasa con todas las cosas buenas de la vida, Elena tendrá que elegir a uno de los dos. O quizá haya otra salida. El mejor chick lit en vena. Un novela hilarante protagonizada por tres locos de los que te enamorarás.+Las reglas del juego: Una aventura de aceitunas asesinasMyconos KitomherSusan, una mujer atrapada en un juego macabro con su grupo de nuevas amigas, se verá obligada a enfrentarse a ellas para salvar la vida de su marido y de sus dos hijos.
Fragmento:-No sé lo que es, pero Isobel tiene uno. Se lo vi el pasado viernes, durante la partida. Le caminaba por debajo de la piel, le bajaba por el cuello.-¿Y no dijiste nada?-Me pareció divertido. Supongo que no estaba en mis cabales.-¿Y ahora lo estás?-¡Ahora lo tengo dentro! ¡No es lo mismo, joder!-A ver, no te muevas. Déjame que lo mire otra vez. Quizá hayan sido imaginaciones mías. Susan volvió a apartarle el pelo, pero esta vez le metió el cañón de la pistola en el costado.-No te muevas si quieres conservar las tripas dentro.-Qué agradable te has vuelto.-Culpa vuestra.
El bulto había desaparecido. Susan estaba por creer que se lo había imaginado cuando volvió a localizarlo, en medio del cuello. Muy despacio, sin creer que aquello pudiera estar sucediendo realmente, pero consciente de que no soñaba, acercó un dedo al extraño bulto. Era más bien alargado, más o menos del tamaño de una canica, pero con la forma de un melón. Cuando Susan lo palpó con el dedo índice, la cosa echó a correr cuello abajo, abultando la piel a su paso.-Dios Santo...-¿Qué pasa?-Madre mía...-¡Susan!-¿No lo sientes? Te.
te está bajando.-¡No siento nada de nada! ¡Déjame parar, no puedo conducir así!Tres lecturas que te encantarán.